Caminar por Barcelona es adentrarse al mundo mágico de Gaudí, sus diseños quedan en la memoria del visitante por el resto de su vida y es que su arquitectura es sublime y única. Casa Vicens (Vicens House) fue su primer trabajo importante y ya es posible ingresar para recorrerla el tiempo necesario que nos permita admirar esta Patrimonio Cultural declarado por la Unesco.
Lo primero que debes conocer es que no se parece a las otras casas hechas por Antoni Gaudí como la Casa Milà o la Casa Batlló, ya que las formas de la naturaleza todavía no es la inspiración base, pero ya el genio del arquitecto le daba mucha importancia al detalle.
Esta es una obra juvenil que presagia lo que se convertirá, pocos años después, el modernismo catalán. ¿Cómo nació la idea de esta casa? Cinco años después de graduarse de la Escuela de Arquitectura en 1883, Mister Vicens, que era corredor de bolsa, contactó al joven Gaudí, que entonces tenía 30 años, para hacerle una propuesta: quería que diseñara una casa de vacaciones de verano para su familia en Gràcia, cuando este distrito aún no era parte de la ciudad.
La casa fue terminada en 1885 y estuvo habitada durante 130 años. Después, el banco andorrano MoraBanc la compró en 2014 y realizó trabajos de restauración para transformarla en un museo. Finalmente fue abierta al público en noviembre de 2017. Desde su apertura, Casa Vicens ha sido una de las obras maestras de Barcelona más buscadas, irse sin visitarla será imperdonable.
Para llegar a este destino, el autobús turístico se detiene allí (parada Gràcia en la ruta azul), mientras que la estación de metro más cercana es Fontana en la línea L3.
Considera que aunque la casa fue rehabilitada el desarrollo de la ciudad, así como la integración de Gràcia a esta, no permitió reconstruir todo lo que rodeaba la casa. Durante su visita, imagine que en 1885, cuando se terminó el proyecto, un gran jardín rodeaba la casa y sus habitantes podían escuchar el agua fluyendo por todas partes entre las plantas.
Lo oriental en Casa Vicens Barcelona
Pero si no era el naturalismo ¿Qué inspiraba en aquel entonces a Gaudí? En el siglo XIX, el Oriente era visto como lo más exótico en toda Europa, esta fascinación se refleja en todas las expresiones artísticas, una preferencia fuertemente vinculada al movimiento romántico.
Al momento que Gaudí aceptó la orden, estaba completamente absorto en este movimiento, por eso; aprovechó la profesión de ceramista de Manuel Vicens Montaner y explotó todo su conocimiento orientalista.
Ente las características del diseño, destaca el uso de azulejos, yeso, pero también arabescos, artesonados, marquetería, fuentes y cuencas. El estilo de esta casa puede recordar el llamado neo-mudéjar en referencia al uso de estos materiales de construcción artísticos utilizados por los musulmanes para las construcciones construidas en el sur de España, especialmente en Sevilla, Toledo y Zaragoza en el siglo XII.
La Casa Vicens fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005 como «Obras de Antoni Gaudí» junto con el Parque Güell, la Cripta de la Colonia Güell, el Palacio Güell, la Fachada de la Natividad, la cripta de la Sagrada Familia, Casa Batlló y Casa Milà. Toda una joya que no puedes perder en tu próxima visita a Barcelona.